La petrolera informó que el primer atentado se presentó en una vereda del municipio de Teorama, y el otro en una vereda de El Tarra, en Norte de Santander.

Lo más preocupante de todo es que este Oleoducto, que moviliza diariamente unos 200 mil barriles de petróleo, suspendió su bombeo desde el pasado 15 de febrero como consecuencia de otros ataques y aunque la empresa más grande e importante del país no ha revelado las pérdidas económicas, es muy grande la preocupación del sector petrolero por esta situación.

En este momento es cuando Colombia más necesita que la infraestructura petrolera esté funcionando perfectamente, para mitigar en parte el impacto negativo de los bajos precios del petróleo.