La Fiscalía logró medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Edilberto Rubio Díaz y su tío Dofredy Díaz Castro, acusados por el delito de secuestro extorsivo agravado, del que fue víctima el ingeniero de sistemas y cultivador de guanábana, Hugo Ariza Olarte, plagio perpetrado el pasado 23 de julio.

Los dos hombres, quienes no aceptaron los cargos imputados por el ente acusador, fueron detenidos en zona rural del municipio de Chaparral, en medio del operativo que permitió la liberación del hombre de 56 años de edad, por parte de efectivos del Gaula de la Policía, en coordinación con una Fiscalía especializada que lidera la investigación.

Según el ente acusador, estas personas harían parte presuntamente de una organización delincuencial denominada “Los Tomates”, quienes se hacían pasar por integrantes del Eln y le exigían al hermano de la víctima la suma de 300 millones de pesos a cambio de su libertad.

Posteriormente bajaron las exigencias a 50 millones, pero al ver que aun así no pagaban, amenazaron con asesinarlo, o peor aún, de secuestrar a una hija del hermano con quien estaban negociando, haciéndose la presión cada vez mayor.

Desde el pasado 31 de julio, el ente fiscal tenía interceptadas las líneas telefónicas de algunos miembros de la organización logrando así identificar la del celular de Dofredy, por lo que se descubrió que en la mañana de este lunes, se dirigiría hacia el sitio donde se encontraba cautivo Ariza Olarte.

El secuestrado estaba en medio de una zona boscosa y con varias personas que lo custodiaban, entre ellas, los dos detenidos, tío y sobrino, que fueron señalados por él mismo, como quienes hacían parte del anillo de seguridad que lo tenía privado de la libertad.

En dicho operativo se presentó un enfrentamiento entre los uniformados y los captores muriendo uno de ellos, mientras que otro escapó.

Según el Comandante de la Policía del Tolima, Coronel, Jorge Eduardo Esguerra Carrillo, “Los Tomates” están comprometidos en varios atracos perpetrados en vías terciarias de esa parte del sur del departamento, en los que utilizaban armas artesanales y en mal estado para intimidar a sus víctimas para despojarlas de todas las pertenencias.

Para las autoridades tolimenses es preocupante que sigan ocurriendo esta clase de delitos que ponen en peligro la vida de los habitantes del sur tolimense.

Por: Juan Manuel Escobar, periodista judicial.