A través de una llamada, sujetos que se hicieron pasar como trabajadores de Bancolombia contactaron a la víctima a quien le ofrecían una tarjeta de crédito con un cupo que pasaba los 30 millones de pesos.

Los delincuentes identificaron a la víctima con nombre completo e incluso su número de cédula, ofreciéndole beneficios como bajos porcentajes de interés y el no cobro de la cuota de manejo, llamando su atención.

Los estafadores le pusieron una cita a su víctima con "Juan Cruz" quien se identificaría con carnet y un código que solo la mujer conocía e incluso le advirtieron que fuera precavida para evitar cualquier hurto.

Una vez se encontraron, la mujer recibió una tarjeta y entregó su tarjeta antigua, la cual fue rota en varios pedazos. Incluso, la víctima firmó documentos que parecían oficiales del banco en mención.

Sin embargo, el delincuente se quedó con una parte de la tarjeta antigua argumentando que debía demostrar ante la entidad bancaria que esta había sido destruida, llevando consigo los datos necesarios para hacer millonarias compras que le dejaron como resultado a la mujer una gran deuda que la misma entidad bancaria al día siguiente día le reportó.