Cuando hay pánico económico por algún motivo, los primeros en afectarse son los mercados de los grandes inversionistas que negocian dólares, acciones de las empresas y deuda pública de la Nación a través de la Bolsa de Valores.

Cuando hay pánico y se producen estampidas de capitales del país porque los inversionistas se van, el primero en sentir el efecto es precisamente el precio del dólar; luego se producen consecuencias en los precios de las acciones y la deuda de la Nación.

Pero nada de eso ocurrió en el día después de la elección presidencial, entre otras porque Duque es percibido como una persona “pro-mercado”, es decir una persona a la que ven con buenos ojos los inversionistas y los empresarios; por eso ayer hubo un parte de tranquilidad en los mercados.

Aunque el dólar subió superando los 2.900 pesos, esto fue explicado por una valorización de la divisa en el mundo entero. De otro lado, las acciones subieron en Colombia pese a que en Asia, Europa y Estados Unidos cayeron, mostrando la confianza del mercado hacia el nuevo presidente.

Aunque de momento hay calma, los mercados estarán muy pendientes de varias reformas que deberá impulsar el nuevo presidente para garantizar la estabilidad económica, reformas que si no se hacen podrían provocar una disminución en la calificación crediticia del país alejando la inversión. Esas reformas podrían ser muy dolorosas porque nuevamente tendrían que ver con impuestos y el sistema de pensiones.