El presidente Juan Manuel Santos le deja al presidente Iván Duque un Presupuesto General de la Nación con mayores compromisos para el funcionamiento del Estado, mayores deudas por pagar y menos recursos para las políticas de inversión del Gobierno.

Fue radicado en el Congreso de la República para su aprobación, el proyecto de presupuesto del 2019, que por ley debe estructurar el Gobierno saliente, pero es el presupuesto que debe ejecutar el nuevo presidente.

Según el proyecto, el presupuesto del otro año será de 259 billones de pesos, lo que representa un crecimiento del 10,9%.

De esta cifra, 157,2 billones serán para el funcionamiento del Estado, teniendo un aumento de 7,2. Por su parte, 66,43 billones serán para el pago de las deudas de la Nación, un rubro que aumenta un 38,6%, y apenas 35,37 billones de pesos se destinarán para las inversiones del Gobierno en sus políticas públicas, una inversión que sufre un corte del 9,4% o de 3,66 billones de pesos.

Es de tener en cuenta que este último rubro corresponde a los recursos para impulsar programas para los adultos mayores, los niños y en términos generales para los más desfavorecidos del país.

Esto significa que a Duque le tocará hacer grandes esfuerzos para que el Congreso modifique en las próximas semanas estas partidas, porque debido a este apretón en el presupuesto de inversión, es posible que varios de los sectores más afectados por el recorte presupuestal, eleven su voz de inconformismo.