La madre del menor había intentado dejar al hombre por sus constantes maltratos, pero cuando se dio cuenta que estaba nuevamente embarazada tuvo que regresar con él.

En un oscuro episodio que ha estremecido a la comunidad del municipio de Pensilvania-Caldas, un hombre fue condenado a 40 años de prisión por la atroz muerte de su hijastro, un niño de tan solo 21 meses.

El crimen, que ha dejado cicatrices imborrables en el corazón de quienes lo conocieron, se llevó a cabo en la vereda de Patio Bonito y fue calificado como homicidio agravado por la Fiscalía General de la Nación.

Los escalofriantes hechos comenzaron a desarrollarse a finales del año 2021, cuando la madre del niño asesinado decidió iniciar una relación con el hombre que se convertiría en su verdugo. Sin embargo, en enero de 2022, las agresiones comenzaron, sumiendo al pequeño en un calvario de maltrato físico y abuso.

La situación llegó a tal punto que la madre, desesperada y temiendo por la vida de su hijo, denunció al agresor ante la Comisaría de Familia, que emitió una orden de alejamiento. Sin embargo, la dependencia de la mujer del individuo y su embarazo llevaron a que tomaran la decisión de volver a convivir, bajo ciertas condiciones pactadas.

A pesar de que estas condiciones se cumplieron inicialmente, el hombre volvió a agredir brutalmente al niño, justificando sus acciones con el llanto del pequeño como excusa.

El 12 de agosto de 2022, la mujer dejó al niño al cuidado de su pareja para asistir a un control prenatal, sin embargo, cuando regresó a casa, encontró a su hijo gravemente herido, con lesiones en la cara, los ojos y los testículos.

El agresor afirmó que el niño se había caído de la cama en un descuido, la madre trató de proporcionarle cuidados en casa pero tras varios días decidió trasladarlo a un centro asistencial y finalmente para el 25 de agosto, el pequeño falleció.  

La necropsia realizada por el Instituto Nacional de Medicina Legal reveló que el pequeño había sufrido una muerte violenta, con hemorragia y daño cerebral causados por un trauma craneoencefálico. Además, se encontraron múltiples lesiones en su cuerpo que evidenciaron un historial de maltrato reiterado.

El hombre responsable de este atroz crimen ha sido condenado a 40 años de prisión por homicidio agravado.