¿Por qué colapsaron los palcos en El Espinal? 

por Ondas de Ibagué

Aunque aún no existe un informe oficial de los peritos que hicieron presencia una vez se desplomaron los ocho palcos de la plaza de toros en El Espinal, existen varias versiones sobre la tragedia. 

Corrida de toros Espinal

El hecho ocurrió el domingo 26 de junio y dejó cuatro personas muertas, entre ellas un bebé de 14 meses de edad y más de 300 heridos. 

Si alguien sabe de construcción de este tipo de estructuras es un palquero. Estas personas mantienen una tradición centenaria que hoy está en el ojo del huracán por cuenta del insuceso ocurrido el fin de semana durante las fiestas del folclor en la segunda ciudad del Tolima.  

Ondas de Ibagué, dialogó en exclusiva con José Granario Moreno Calderón, uno de los 48 palqueros que trabajaron en la plaza de toros de El Espinal. Moreno contó que esto oficio se convirtió en una tradición que ha pasado de generación en generación. Se trata de familias que han heredado el conocimiento a sus hijos y esposas.  

Jose Granario aseguró que a través de Corpo Guamo se les fue adjudicada la construcción de un palco por familia, significa que fueron 48 los adjudicatarios. Cada uno de ellos tuvo que invertir en promedio 10 millones de peso en el área de 12 metros cuadrados que les correspondió. La estructura de 4 por 3 metros tenía un primer piso donde quedaba ubicada “La Cantina”, que surtía las bebidas; un segundo y tercer piso, cada uno de dos filas de sillas, con un total de 21 personas en cada palco. 

Moreno Calderón contó que los palcos que terminaron en el piso fueron 33 al 41. A su juicio y de acuerdo con la experiencia de tantos años, lo ocurrido se debió a la mala calidad de la guadua que fue traída del Quindío y que no tuvo las condiciones necesarias para que resistiera el peso. Sobre este particular asegura que una prohibición de Cortolima obligó a traer parte de la guadua de otras regiones y que mucha de ella estuvo represada en la vía a La Línea. Todo esto hizo que la calidad de la guadua se deteriorara.  

Moreno cuenta incluso cómo estuvo presente durante la tragedia. De hecho, estaba junto con su familia en uno de los palcos que él construyó y creyó que se iba a presentar un efecto dominó que derribaría toda la plaza, lo que afortunadamente no ocurrió. Aunque hasta último momento creyó que había llegado la hora de la muerte.  

Para este experimentado palquero, la fuerza que ejerció el peso fue vertical y superior al que podía aguantar en un momento, lo que hizo que el centro de la plaza cediera. “La guadua además no tenía el diámetro suficiente, incluso un error en el corte de la guadua y la época en la que fue cortada pudieron ser causales del desplome. La guadua tiene un proceso, donde al madurarse va perdiendo su resistencia. Sabemos que debe ser cortada en cierta época del año y a cierta hora del día, pero es seguro que quienes levantaron esos palcos no tuvieron el control de todos estos aspectos”, aseguró Moreno. 

José Granario, reconoce que en la tragedia hubo una sucesión de errores humanos. Con la experiencia como palquero, se pregunta ¿Quién suministró la guadua? Los palqueros deben recibir el material, analizarlo, tomar las medidas de la cimentación, los soportes de la estructura, la calidad de la guadua. Nada de esto al parecer ocurrió.  

Reveló además que el mismo domingo después de la caída de los 8 palcos, se reunió con sus compañeros. “Todos estábamos conmocionados, incluso seguimos en shock, a la espera de que las investigaciones indiquen con certeza que fue lo que realmente ocurrió”, dijo. Moreno y sus compañeros temen que lo acontecido ponga en riesgo su tradición y oficio y que estemos presenciando el fin de una época.