La muerte de 20 animales registrada en las últimas semanas en zona rural de Santa Isabel, la cual es atribuida al ataque de pumas que hacen presencia en la zona, ha encendido las alarmas entre las autoridades ambientales de la región que advierten que la raíz de la situación está relacionada con la invasión del hábitat de los grandes felinos tras una ampliación desmedida de la frontera agropecuaria.

Ahora, las alarmas se encienden en las veredas la Vinagre y el Oso en Murillo, donde se ha reportado el ataque a ganadería de caprinos, lo que afecta el patrimonio de la población campesina de la zona.

Ante estos hechos, un equipo especializado de Cortolima realizó una inspección verificando lo sucedido con actividades de monitoreo de especies de felinos en la zona, dónde se encontraron huellas que permitirán determinar qué especie es la que se está desplazando en el territorio, y realizar acciones que permitan garantizar su conservación.

Asimismo, se realizó acciones de sensibilización con la comunidad con el fin de minimizar este conflicto entre el humano y el animal.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.