Por permitir violación y tortura condenan a comisaria de familia de Armero Guayabal

por Natalia Gutiérrez

Luego de la muerte de la pequeña Sarita de 3 años quien era maltratada y torturada por sus padrinos, la Fiscalía halló culpable a la funcionaria pública por omisión ante el caso. 

 Sarita murió

El Juzgado Penal del Circuito del Líbano, dictó sentido de fallo condenatorio en contra de la excomisaria Katherine de Los Ángeles García Rodríguez, por los delitos de

prevaricato por omisión en concurso heterogéneo con prevaricato por acción, debido a las irregularidades que la Fiscalía detectó en el proceso de protección de una menor de 3 años de edad, la cual falleció por su estado de desnutrición y maltrato físico severo en el 2017. 

La niña se encontraba bajo custodia de sus padrinos, con el aval de la hallada culpable, luego de ser entregada por su madre quien adujo no contar con los recursos económicos suficientes para mantenerla. 

Un despacho seccional del mencionado municipio que conoció la investigación logró determinar que la exfuncionaria no cumplió con sus funciones al no garantizar, proteger ni reparar los derechos de la menor. 

Hechos 

La comisaria suscribió un acta de custodia solidaria para dejar a cargo de los padrinos a la niña. No obstante, este no era el procedimiento adecuado, pues no se trataba de un asunto conciliable. Además, debió haberse apoyado en otras entidades o figuras solidarias; buscar familia extensa o un hogar sustituto y asegurar así su protección, pues no se revisó jamás cuál era la situación de los padrinos ni su entorno familiar. 

Meses después de que la pareja quedó con su custodia, la pequeña ingresó al hospital con una picadura de abeja en su rostro. En esa oportunidad los médicos detectaron, además, que la niña se encontraba en estado de abandono, con signos claros de maltrato infantil, desnutrición y descalcificación, lo que fue informado debidamente a las autoridades competentes, entre ellas a la comisaria García Rodríguez. 

Poco después se reportó el detrimento del estado de salud de la menor de edad, pero se logró comprobar que nunca acudió a verificar su situación, posteriormente la niña murió. 

Para la Fiscalía, la mujer actuó de manera negligente, se saltó todas las normas legales e hizo caso omiso a las alertas que las autoridades competentes, como el Instituto

Colombiano de Bienestar Familiar, le notificaron, negándose a restablecer los derechos de la pequeña.

La procesada renunció a su cargo un mes después de la muerte de la niña, exactamente, el 21 de abril del 2017.