Firmas de riesgo como Fitch Ratings emiten conceptos que son muy tenidos en cuenta por los grandes inversionistas que financian a la Nación. Cuando el país tiene buenas notas crediticias, obtiene préstamos con mayor facilidad y tasas de interés más bajas. Cuando las calificaciones no son buenas, se pueden hacer créditos, pero con intereses más altos.

En este momento Colombia goza de una muy buena calificación crediticia; de hecho la mejor de la historia, lo que produce confianza inversionista para el país y estabilidad en la economía, independientemente de los choques que se puedan tener, como el ocurrido en los últimos meses tras la caída en los precios del petróleo.

La buena noticia es que Fitch hizo una revisión a la situación económica de Colombia y mantuvo estable la calificación crediticia del país porque ha visto que el panorama ha mejorado.

Hay países como Venezuela que por sus malos manejos económicos tienen muy mala calificación crediticia, y por eso nadie les quiere prestar dinero para sus necesidades.

El ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas celebró la decisión de Fitch Ratings de mantener estable la calificación del país.