Desesperados, así dijeron sentirse los habitantes del barrio Siete de Agosto por el rebosamiento constante de las alcantarillas y una obra inconclusa en inmediaciones de sus viviendas.

Blanca Morales residente del sector, aseguró que la situación empeora cada vez que llueve porque las aguas servidas emergen se estancan en las afueras de sus casas, convirtiéndose en foco de contaminación.

La comunidad denuncia que producto del agua contaminada ha aumentado la aparición de mosquitos y los olores fétidos que emanan del lugar afectan la salud de niños y adultos mayores.

Morales asegura que pese a que ha acudido al IBAL en varias ocasiones, no les han dado una repuesta clara ni una solución a la problemática.

Habitantes de esta zona advierte que si no ven pronta intervención se tomarían las vías de hecho para lograr que los escuchen y lograr una solución a la problemática.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.