15 días lleva esperando una paciente de 33 años de edad los resultados de su prueba de COVID-19 que le practicó la EPS Sanitas de Ibagué.

La mujer asegura que inicialmente le manifestaron que el dictamen se lo enviarían a
su correo electrónico en un plazo de 7 a 10 días, sin embargo, ya completó dos semanas de incertidumbre y desconoce si es o no portadora del virus.

La usuaria, quien se sometió a la prueba junto a su hijo de 8 años, decidió contactar a su EPS tras conocer que su esposo, un médico que trabaja en una unidad de urgencias, había dado positivo para la enfermedad el pasado 4 de agosto.

Las alarmas también se encendieron luego de padecer síntomas asociados al virus como congestión nasal, tos seca, fatiga y dificultades para respirar.

Aunque la mujer ha llamado en reiteradas oportunidades a la entidad para conocer su condición de salud, todavía no le han dado respuesta.

La espera ha perjudicado su tranquilidad y desempeño laboral, teniendo en cuenta que necesita reintegrarse lo más pronto posible a su trabajo.