Hay preocupación entre el gremio de la construcción en el Departamento por cuenta de la poca eficiencia al interior de la Oficina de Registro e Instrumentos Públicos, la cual permanece cerrada y con múltiples trámites represados debido a que no hay ningún funcionario efectuando labores en la entidad. 

 

Las constructoras, como dinamizadores de la economía, son uno de los sectores más afectados con la situación ya que muchos negocios dependen de las escrituras que se puedan registrar en esta dependencia porque a partir de este proceso, los bancos permiten los desembolsos a través de las fiducias, entre otros trámites.

 

“En efecto, la Oficina de Registro se volvió especialista en cerrar varias veces al año y vamos en contravía del sector productivo del País. La prestación de este servicio es fundamental para las familias que han decidido comprar su vivienda ya que a través de este trámite se acredita legalmente su propiedad. Además, es un proceso necesario para el desembolso de los créditos, entre otras situaciones”, reveló el presidente de Camacol, Véliz Alfonso Mejía.