“Por ahorrarse unos pesos dejaron morir a mi esposa, le negaron la cesárea y eso la llevó a la muerte”
- por Yudy Vallejo
Devastado por la tragedia, un padre ibaguereño relata la pesadilla que vivió al ver cómo el amor de su vida se fue apagando tras cumplir el sueño más grande de su vida, dar a luz a su primer hijo.
Septiembre inició con el día más feliz y devastador de Luis Guillermo Vázquez Barreto, un joven ibaguereño que junto a su esposa Yubely Andrea Marroquín, esperaban con gran ilusión a su primer bebé.
Su historia de amor inició hace 14 años y este sentimiento que creció con el tiempo, los hizo dar el sí ante el altar hace casi dos años.
Su relación transcurrió con gran felicidad y esta llegó a su punto máximo cuando se dieron cuenta que pronto serían tres. El embarazo de Guillermo y Yubely fue muy tranquilo, asistieron con mucha alegría a todos sus controles y nunca les indicaron que corriera algún riesgo.
Sin embargo, conforme avanzaba el embarazo, los médicos que consultaron les hicieron la observación que el bebé venía más grande de lo normal, pues estaba pesando entre 200 y 300 gramos más de lo esperado, por lo que posiblemente iban a requerir una cesárea.
En los últimos controles que le realizaron, les indicaron que el parto debía darse sobre el 30 de agosto, por lo que se presentaron ese día para una nueva revisión. Decidieron darle un poco más de tiempo y el primero de septiembre, Yubely amaneció con contracciones.
El día de la tragedia
Felices y preparados para convertirse en padres, llegaron a media mañana a la Unidad Materno Infantil, ubicada detrás de Arkacentro, allí ingresaron a Yubely y ella le fue contando el proceso a su esposo por celular, comentándole que estaba en 4 de dilatación y que al pedir la cesárea le dijeron que todo estaba normal y que podía dar a luz de manera natural.
Ansioso y expectante, Guillermo esperó hasta las 3 de la tarde cuando le permitieron entrar a acompañar a su esposa, pues él quería estar presente en su parto. Todo parecía normal, aunque notó que algunas profesionales que estaban ahí para asistir a las mujeres que se encontraban en trabajo de parto, utilizaban el celular y tenían conductas que no le parecieron apropiadas para el momento.
Nuevamente Guillermo preguntó si era posible que le hicieran una cesárea a su esposa, pues le preocupaba que ella siendo una mujer de talla pequeña - 1.50 cm de estatura- corriera algún peligro ya que su bebé en las ecografías revelaba que era muy grande, pero lo tranquilizaron diciéndole que ella estaba en buenas manos y que todo iba a salir bien.
Pasadas las 4 de la tarde, Yubely ya estaba en 10 de dilatación por lo que ingresaron a sala de partos, finalmente a las 5 y 10 p.m. el tan esperado bebé de la pareja llegó al mundo, y efectivamente era un niño muy grande, vigoroso y sano.
El bebé ‘Hulk’
Pero ese momento tan anhelado, tan soñado por esta pareja, fue el inicio de una devastadora historia. Yubely sangraba profusamente, cada vez se veía más decaída y los médicos parecían no saber qué pasaba, Guillermo muy angustiado pedía explicaciones y le decían que todo iba a estar bien, que al parecer un vaso se había roto y por eso el sangrado tan abundante.
Guillermo recuerda que la sala de partos era un caos, por todas partes veía sangre y caras de preocupación, los médicos declararon el código rojo y llamaron al anestesiólogo no menos de 5 veces, pero no aparecía, cuando por fin llegó se enfrascó en una discusión con la médica encargada, mientras tanto Yubely se iba apagando y su cara se tornaba blanca por la perdida de sangre.
Procedieron a realizarle la transfusión de dos unidades de sangre y anunciaron que debían llevarla a cuidados intensivos para poder observarla y ayudarla a recuperarse por la pérdida de sangre; pero seguían diciéndole a Guillermo que todo iba a estar bien y que en cuestión de horas su mujer podría estar con él y su pequeño.
Pero no fue así. Sobre las 10 de la noche el día más feliz de este hombre se convirtió en una tragedia, cuando el personal le anunció que el amor de su vida había fallecido por complicaciones posparto.
En su desesperación, trató de llamar al cuadrante por considerar que a su esposa la habían dejado morir por someterla a un parto natural cuando todas las recomendaciones previas indicaban que debían realizarla una cesárea, pero al darse la muerte en un centro asistencial el cuadrante le indicó que no procedía.
Una muerte que no debe quedar impune
Guillermo sacó fuerzas de donde no tenía y se dirigió a la URI de la Fiscalía, luego de explicar su situación le dieron la razón y se aplicó el acto urgente, tomaron su declaración y trasladaron el cuerpo a medicina legal para determinar qué fue lo que pasó.
“En nuestra ignorancia nosotros acatamos lo que nos indicó el personal médico, confiamos en ellos, pero por ahorrarse unos pesos ellos dejaron morir a mi esposa, esta es una situación devastadora, mi niño nunca conocerá a su mamá, y nada me devolverá a mi esposa, pero quiero que se haga justicia”, declaró Guillermo para Ondas de Ibagué.
Por eso, pide a las autoridades que le pongan los ojos a su caso, que la violencia obstétrica a la que cree que fue sometida su mujer, al hacerla dar a luz a un niño que superaba el peso normal, y que finalmente la llevó a la muerte, no quedé impune como suele pasar en tantos casos en este país.