Con procesos de sensibilización y educación ambiental se busca  que los habitantes del Cañón del Combeima protejan la migración de halcones y gavilanes llamados “Águilas Cuaresmeras”, donde se realiza cacería  indiscriminada de estos animales por los supuestos  atributos medicinales y afrodisiacos que poseen. 

María Clara Díaz González, bióloga del Grupo de Preservación del Medio Ambiente afirma que  la tala indiscriminada, la pérdida de bosque y la cacería continúan siendo las más graves amenazas que afrontan estas aves.

Se espera que más de 200 mil especies de estos pájaros migratorios crucen el cielo Ibaguereño en su camino a  Norteamérica para anidar y reproducirse.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional