La caída de la polémica reforma a la Ley de Garantías aprobada en octubre del año pasado, tiene pensando a más de un gobernante por cuenta de los convenios firmados y los que están en trámite.

A juicio de la Corte Constitucional, la aprobación de esta norma fue irregular debido a que no se puede modificar una Ley Estatutaria a través de una ley de carácter ordinario, como efectivamente ocurrió en octubre del año pasado. El problema real está en que la Corte consideró que los entes territoriales deberán devolver los dineros y liquidar los convenios que no hayan sido ejecutados en su totalidad, excepto aquellos de bienes y servicios para atender necesidades básicas insatisfechas de la comunidad.

De hecho, este punto fue el que originó mayor discusión durante el debate interno de los magistrados, al punto que varios de ellos salvaron parcialmente su voto. 

Desde sus discusiones iniciales en el Congreso de la República el proyecto fue considerado un ‘mico’ que se incluyó en la discusión de la Ley de Presupuesto con el objetivo de favorecer a algunos sectores políticos. Sin embargo, los congresistas expresaron que se trató de una decisión que buscaba ayudar a las regiones que venían atravesando una grave crisis en medio de la pandemia.  

La polémica hizo que la Corte Constitucional decidiera estudiar el caso con una especie de urgencia, tras recibir al menos 40 demandas desde diferentes sectores de la sociedad colombiana.  

La otra polémica que se abre es si por cuenta de la aprobación de esta reforma, los congresistas podrían ser investigados, algo que podría ocurrir, pero no tiene mayor futuro debido a que están cobijados por la figura de la inviolabilidad, según la cual “Los congresistas serán inviolables por las opiniones y los votos que emitan en el ejercicio del cargo, sin perjuicio de las normas disciplinarias contenidas en el reglamento respectivo”. Cabe recordar que los congresistas del Tolima que votaron la norma fueron Ricardo Ferro, José Elver Hernández, Jaime Yepes y Aquileo Medina, coincidencialmente ninguno de ellos retornara al Congreso, aunque vale la pena anotar que, de todos, el único que no presentó su nombre para la relección fue Hernández, quien aspirara a la gobernación del Tolima.