En las últimas horas se conocieron imágenes de Luis Alfredo Garavito, el asesino y violador en serio más aterrador de la historia colombiana.

En los años 90, Colombia se enfrentó a una de las peores pesadillas de su historia: un asesino en serie que atacaba a niños y jóvenes de escasos recursos económicos. Luis Alfredo Garavito, conocido como "La Bestia", sembró el terror en todo el país, y las autoridades lucharon para atrapar al asesino antes de que pudiera hacer más daño.

Actualmente se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad La Tramacúa donde un grave cáncer de ojo, ha cambiado drásticamente su apariencia.

Su historia

La primera víctima de Garavito fue encontrada en 1992, y desde entonces, los cuerpos de los niños y jóvenes desaparecidos comenzaron a aparecer por todo el país. Garavito, quien trabajaba como vendedor ambulante, utilizaba su apariencia amigable para atraer a sus víctimas, a menudo ofreciéndoles dulces o dinero. Una vez que los tenía a su merced, los llevaba a lugares solitarios donde los violaba, torturaba y finalmente los asesinaba.

A pesar de los esfuerzos de la policía, Garavito logró evadir la captura durante años. La mayoría de sus víctimas eran niños pobres de zonas rurales, por lo que sus desapariciones no llamaban la atención de los medios de comunicación ni de la sociedad en general. Pero en 1997, la presión de los medios de comunicación y la sociedad para encontrar al asesino en serie se intensificó.

Fue finalmente en 1999 cuando una de las víctimas de Garavito logró sobrevivir a sus ataques y proporcionó información valiosa a la policía. Gracias a esa información, las autoridades pudieron capturar a Garavito en la ciudad de Villavicencio.

El juicio de Garavito fue uno de los más largos y complicados de la historia de Colombia. Se le acusó de haber asesinado a 138 niños y jóvenes, aunque se cree que el número real de víctimas podría ser mucho mayor. En 2000, Garavito fue condenado a 1.853 años de prisión, la sentencia más larga en la historia de Colombia.

Desde entonces, Garavito ha permanecido en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, donde ha sido diagnosticado con trastornos mentales. Ha expresado su arrepentimiento y ha trabajado en proyectos para prevenir la violencia y proteger a los niños. Pero para muchas personas, sus acciones monstruosas nunca serán olvidadas, y su nombre seguirá siendo sinónimo de la maldad más oscura.