Pese a que hay  plenamente identificadas siete bandas delincuenciales en que operan en Flandes y las poblaciones vecinas, las autoridades tolimenses nada pueden hacer para desarticular estas estructuras.

El problema de las pandillas, cuyos integrantes en un buen número de casos, además del hurto, terminan haciendo parte de bandas dedicadas al microtráfico, tienen azotada esta población turística.

Ricardo Orozco, Secretario del Interior indicó que, la delincuencia en esta localidad ribereña que limita con Espinal, Girardot y Ricaurte  se ha convertido en el dolor de la cabeza de las autoridades, pues desde que la seguridad se encuentra en manos del departamento de Cundinamarca los índices de inseguridad aumentaron.  

El funcionario indicó que, para este año se tiene la meta de lograr un trabajo conjunto entre los dos departamentos, con el objetivo de definir y coordinar acciones para enfrentar los problemas de seguridad, comenzando por el microtráfico, que se ha transformado en el principal flagelo.

“Que Flandes dependa de Cundinamarca tanto policial como judicialmente genera una barrera infranqueable para garantizar la seguridad; uno de los retos que tenemos como departamento es lograr acciones conjuntas para desmantelar estas organizaciones que tiene azotado el municipio” dijo Orozco.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.