Enfrentar la verdad cara a cara, manifestando el dolor de la guerra

por Redacción Tolima

Once víctimas y diez victimarios se encontraron en Ibagué, en el marco de la primera audiencia regional de Reconocimiento de la verdad, un evento que marcó un precedente histórico para el país.

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 El evento que se realizó por primera vez, donde 10 exintegrantes del frente 21 de las Farc hablaron cara a cara con 11 víctimas acreditadas previamente por la JEP Jurisdicción Especial para la Paz, marca un hito en la reconstrucción del tejido social, en el marco del postconflicto en Colombia.

Y es que, no siempre se encuentran en un solo lugar las dos partes de la historia, los protagonistas, en este caso once personas víctimas que padecieron el rigor del conflicto porque fueron secuestrados y los antagonistas, diez comparecientes, exintegrantes del (CCC) Comando Conjunto Central de las extintas Farc-EP, que fueron llamados por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) a brindar su versión de los hechos, en la primera Audiencia Regional de Reconocimiento de verdad del Caso número 01.

Cada uno tuvo la oportunidad de ser escuchado, cada uno contó su versión, su verdad, en una audiencia a puerta cerrada que duro 10 horas y que estuvo presidida por las magistradas Julieta Lemaitre, relatora del #Caso01; Luisa Fernanda López; Marcela Giraldo Muñoz y Diana María Vega.

Omar Benítez Zamora, una de las víctimas, que acepto el llamado de la JEP, dijo con mucho dolor “soy víctima de secuestro extorsivo, desplazamiento forzado y sometimiento a mi voluntad por parte del comando central frente 21 de Farc, quienes sepultaron mi vida como persona y empresario”.

Recordar momentos duros no es fácil, quizás por eso Omar con su voz entrecortada se enfrentó a esa cruel realidad , narró todo lo vivido y al finalizar les dijo, “Hoy señores tienen ustedes la oportunidad de hacer historia contándole al país el caso mío, ustedes señores pueden contar la verdad, ustedes son de pueblo, campesino como soy yo, honren la palabra del campesino y digan la verdad, los miro a los ojos, quiero la verdad absoluta, reparación a todo el daño causado a mi persona, empresa, daños psicológicos, el detrimento patrimonial, hoy quiero que reconozcan toda la verdad”.

Por su parte los comparecientes reconocieron ante las víctimas, la justicia y el país su responsabilidad por secuestros ocurridos en el Tolima, norte del Huila y Quindío. Como Enoc Capella Trujillo que contó que hizo parte de las Farc desde julio de 1984 hasta el 2000 que cayó preso.

“En el 2002 salí en libertad y estuve de nuevo en las filas hasta la firma del acuerdo de Paz, desde 1998 hasta el año 2000 integre la comisión financiera, asumo mi responsabilidad directa por secuestros ocurridos en ese tiempo en el área del frente 21, yo reconozco ante esta sala y el país mi responsabilidad del secuestro que es un delito inhumano”.

“A don Omar tuvo que ser secuestrado en momentos donde la guerra arreciaba contra nosotros, uno entiende que tuvo que pasar momentos muy duros por la captura, el traslado, el cuidado, mi compañero Donald reconoció que hubo maltrato a los secuestrados cuando la instrucción era distinta, de tratar bien a los secuestrados, no siempre las cumplíamos o hacíamos cumplir”.

Agregó con su voz entrecortada “escuchar a don Omar causa dolor, lo quebramos económicamente, le dañamos sus sueños de ser un empresario exitoso en el Tolima, afectamos su familia, sus amigos, don Omar usted vivió una situación muy dura y muy difícil”.

“Pero hoy le digo aquí estamos don Omar dando la cara por lo que nuestra organización las Farc Ep hizo, por lo malo que hizo, aquí estamos para responder no solo desde el punto de vista humano si no jurídico porque reconocemos el daño que le hicimos, restaurar para transformar, el secuestro definitivamente es un delito muy grave y estoy dispuesto a responder ante la JEP” manifestó Enoc.

Esta primera audiencia hace parte de un proceso judicial en el que la JEP descendió en la cadena de mando para conocer la responsabilidad de los mandos de Bloques y Comandos de las antiguas Farc-EP que operaban en las regiones.

Los comparecientes tienen una defensa, Sara Triana coordinadora de la misma, expresó que la importancia de la audiencia radica en la posibilidad que tienen de encontrarse tu a tu de expresar, “escucharlos, verificar que estén diciendo la verdad y una vez pase esto imponer una sanción, pero esto no le corresponde a la magistrada actual sino a otro despacho”.

Indicó que, el proceso de restauración se ha aplicado desde el inicio “con la sala de reconocimiento, no hay ninguna otra sala, la forma de adelantar las acciones es con lo que se está haciendo, la oportunidad de que las víctimas se encuentren con los comparecientes y hablen del hecho victimizante y a partir de ahí construyan un proyecto de sanción sobre los hechos que los afectaron”, dijo Triana.

Sin lugar a duda, esta primera Audiencia es un hecho histórico, que despierta reacciones encontradas, que permite miradas distintas de una guerra que se vivió y que marcó muchas vidas, pero ese reconocimiento permite quizás abordar un perdón, una restauración, una catarsis, donde ambas partes sean resilientes y puedan empezar a tejer un nuevo comienzo, una reconstrucción de vidas diversas, con una visión única en la que ambas partes coinciden dejar la guerra y construir solo paz.

Por Elizabeth Tique Galindo.