Mientras Colombia firmaba su acceso a la OCDE, esta organización recibía al país con una noticia no muy agradable y es que rebajó su proyección frente al crecimiento que este año tendría nuestra economía desde el 3% pronosticado hace seis meses, hasta una nueva proyección de 2,7%.

Esta nueva estimación de la OCDE es mucho más realista versus proyecciones como las del Gobierno, el Fondo Monetario Internacional y el propio Banco de la República.

De todas formas, la nueva estimación de crecimiento económico de 2,7% para el 2018 no es mala, teniendo en cuenta que el año pasado el crecimiento estuvo por debajo del 2%; es decir que la OCDE también está viendo una reactivación de la economía colombiana.

Asegura que la reducción de las tasas de interés por cuenta del Banco de la República, la menor carga de impuestos para las empresas y los mayores precios del petróleo servirán para que la economía salga adelante.

Esto quiere decir que la OCDE considera que vendrán mejores tiempos económicos para los colombianos; sin embargo, dice que el país aún tiene retos muy grandes por delante como la reducción en la informalidad laboral, la culminación en los ambiciosos planes de infraestructura, entre otros.