Habitantes del Cañón del Combeima denunciaron que en plena pandemia, turistas están adelantando paseos de olla y largas jornadas de camping en inmediaciones de la quebrada Cay.

Aunque dichas actividades están prohibidas por las autoridades locales, a los visitantes poco les importa y realizan jornadas recreativas sin tener en cuenta que están poniendo en riesgo a la comunidad de la zona que está libre de COVID-19.

Por esta razón, Eliecer Gutiérrez, líder del sector, le solicitó al alcalde Andrés Hurtado la instalación urgente de un CAI móvil con el fin de controlar el ingreso de personas y sancionar este tipo de prácticas.

Por último, reveló que en las últimas semanas se han incrementado los casos de hurtos y consumo de sustancias psicoactivas, provocando brotes de inseguridad.

Por su parte, el corregidor de la vereda Cai, Carlos Mario Sepulveda, cuestionó el comportamiento de los ciudadanos y dijo que la mayoría no acata las restricciones, de hecho, expresó que cada ocho días se encuentra a los mismos visitantes.

“Es muy triste que la gente no aprenda a pesar de las advertencias, pareciera que no les importara. Además, uno les llama la atención y terminan es molestándose con uno y siendo groseros”, dijo Sepulveda.

De momento, las autoridades no se han pronunciado al respecto.