Los habitantes del municipio de Rioblanco, en el sur del departamento, dicen que les preocupa seriamente lo que está pasando con los jóvenes de esta población.

La inquietud aumenta porque el microtráfico crece y también los consumidores de alucinógenos. La alcaldesa Delcy Isaza señaló que se trabaja con la policía del Tolima con el objetivo de atacar este flagelo que trae como consecuencia inseguridad.

Aseguró que “fue necesario adoptar cierto tipo de medidas entre las autoridades civiles, policivas y militares, con el fin de proteger a toda la comunidad, sobre todo a los jóvenes que están siendo afectados por este flagelo”.

La mandataria destacó que se contrataron dos psicólogas con el objetivo de prestar apoyo a las personas con problemas de consumo y víctimas de abuso sexual. A la vez que se implementan programas enfocados a la buena utilización del tiempo libre, con el objetivo de alejar a los jóvenes de este flagelo.

Por: Paola Rojas Gómez, periodista regional.